5/9/16

Accidents Polipoétics. Aritmética


La aritmética fue inventada un día de lluvia por un señor que no tenía nada
mejor que hacer que contar las gotas que caían de su viejo sombrero de
rabino escéptico.

La aritmética fue inventada por un señor que quería comprar un autobús
de segunda mano y sólo tenía mil pesetas de las de entonces.

La aritmética fue inventada por un señor que tenía una cuñada aburrida y
patizamba, que caminaba de dos en dos, y resoplaba de cuatro en cuatro,
al subir los veinte peldaños de la escalera de su casa.

La aritmética fue inventada por un señor que se subió a la cima del mundo
y dijo: seis mares, tres árboles, doce postes de teléfono, un coche y treinta
sobrinos en el paro. Hay que recordar que en aquellos tiempos el mundo
era mucho más pobre y no había ni jabón.

La aritmética fue inventada por un señor que se cortaba las uñas de los
dedos de los pies y no sabía si el pie era suyo, el de su mujer, o el de un
pariente que dormía, desde hacía tres años en el sofá-cama del comedor
de su domicilio en Somosaguas.

La aritmética fue inventada por un señor que repartía panes de a kilo y
que necesitaba saber lo que era un kilo para descubrir el pan, pues el
negocio, sin kilos y sin panes, le iba francamente mal.

La aritmética la inventó un sabio monje tibetano que dormía en una
pensión del barrio chino haciéndose el mongol cada vez que la patrona le
pedía el alquiler y él sufría una repentina crisis de amnesia.

La aritmética fue inventada por un señor barbudo, feo y esponjoso, que
vivía en una cueva de renta limitada, en la calle del Diplodocus Contento, y
que necesitaba un sistema para averiguar cuántas veces se había casado
y cuántos hijos había esparcido por el mundo.

La aritmética la inventó un señor llamado Adán, al fundar la primera
empresa de exportación de manzanas Golden Imperial.

La aritmética, una ciencia con futuro.



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