3/6/16

Leopoldo Máría Panero. De 'Contra España y otros poemas NO de amor' + inéditos de Mondragón

                                                              LMP en Mondragón en 1994 


Parábola de la lectura

Humilla a la voz el cieno
y el oro entre tus manos se transforma
en la nada que es, cuando oro fue
y es excremento que de tus labios cae
parecido a lo que el animal hace con lo que come.

***

El tigre es ahora un palacio
un templo en que el cuerpo repta
sin saber nada del hombre
se desposa con la virgen
húmeda de mi saliva
los dos reptando en el tigre.

***

Como si parecido a un hombre camino entre las calles
buscando un ano en donde huir del hombre
como si parecido al hombre camino ante el filo
atroz de una navaja parecida al hombre
en la noche
que brilla más que el hombre.

***

Soy una vieja en un bar llorando
mientras los hombres juegan al tribunal del silencio.

***

Así el amante ciego ruiseñor de la Luna
canta a los viejos el dolor de otras dunas
en donde el amor se arrastra lejos de desierta cuna
en donde la serpiente abrazó a la Luna.

Lejos de mí el deseo en que mando
lejos la muerte que siempre estuvo hablando
cuando está cerca el ruiseñor callando.

Lejos he visto la muerte, amor nefando
en donde nací como fuera del mar Venus.

Engañando a la muerte en el tapiz desierto
al cadáver de un viejo entre las páginas.

Cuerpo


Busco aún mis ojos en el armario
cercado está mi cuerpo por los cerdos
un látigo en mi boca y
el agua mueve mis pies
mi oído acaricia la lluvia
cercado está mi cuerpo por los ojos.

***

Mi gran amor se llamaba Maíz Blanco
fue torturada y violada en las colinas
cerca del lago en el que beben los elefantes.
De mí apenas quedarán los huesos
sobre mi cráneo un día pasará un pigmeo
silbando, cerca del lago,
cerca del lago en el que beben los elefantes.
Morí por una causa que el elefante no sabe
y que es misterio y olvido para el pájaro
ya que lo que la serpiente es para ti
no lo sabe la selva
y la materia del arroyo está muda
y no sabe ni olvidarme.

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Inéditos de Poemas del manicomio de Mondragón



Hay cuatrocientos hombres
que se lavan en la piedra de la desdicha
¿vendrás mañana?
Tú eres la única esperanza a la piedra de la desdicha
pues todo otro es un mundo posible.
¿Otra vez vendrás mañana?
Es fácil decir para siempre.
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En la selva caímos,
en la oscura selva
sin otra salida
que un agujero negro para caer tan sólo
y jamás levantarse:
que el toro nos salve
e ilumine la selva
y guíe nuestros pasos por el negro agujero
prometiendo una luz que la selva destruya,
una luz donde asentar la vida.
Que el toro nos salve
y haga un hombre del hombre
y sendero el oscuro
camino de la selva.
Que el toro nos salve,
ya que promesa oscura es el oro de nuestra saliva.

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Pobrecito

He aquí las ratas que molestan a la ratas
en el inmenso albañal que se llama vida.
salir de la cloaca es sólo un artificio
es nuestro destino vivir entre las ratas.

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