25/5/14

Viktor Gómez


Víktor Gómez (Madrid, 1967)

Reside en Valencia, donde es uno de los principales agitadores culturales, activando una parte importante de la vida poética de la ciudad.

Tiene publicados 5 poemarios: Huérfanos aún (Baile del Sol, 2010), Detrás de la casa en ruinas (Ed. Amargord, 2010), Incompleto (Ed. 4 de agosto, 2010), Trazas del calígrafo zurdo (Varasek Ed., 2013) y Pobreza (Ed. Calambur, 2013), y las plaquettes En un tiempo de gran orfandad (Ed. Zahorí, 2009) y Diciembre (Ed. El gato azul, 2011), plaquete que publica también en Tigres de Papel, en formato digital

Ha colaborado en diversas revistas y publicaciones en papel y en digital, como Tendencias21.net., y en el circuito de lecturas poéticas de Valencia junto con la Librería Primado. Coordina la Asociación Poética Caudal y colabora desde 2008 como voluntario en el Casal de la Pau, en el ámbito de la reinserción de personas con historial penitenciario.

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¿Por qué estás ocioso en casa sin ambición mayor?
¿Dónde se hace un hombre daño? 
¿En qué lugar sanará de heridas mortales?
¿Quién protegerá su legado y su prole?
¿Cómo salvar el tan efímero asunto del aura?
¿Con qué personas tejerá sus vínculos?
¿A dónde le conduce renunciar a los dioses?
¿De qué se le acusa al cultivador de esperanzas?
¿Cuántos años bastan para borrar la verdad?
¿Qué es usura y qué gratuidad en tu corazón?
¿Cuándo advertiste que aquel poema era poesía?
¿Lo oculto es la semilla o el cadáver de tu coraje?
¿Hay respuestas sin pregunta que sólo quieren...?
¿Qué amas en primer y último lugar?
¿Qué color te delata ahora?
¿Quién eres?
¿Y?

Coge piedras. Toda la orilla es la pizarra. Expon. Pero sin palabras. Di lo necesario. Garabatea.
 


De "MEDIODÍA"   MAYO 2014

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La gota ver-
de
es 
transparente
en tu boca.

Del inédito MEDIODÍA. Libro III A Rasa
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(Reflexión) 14.2.14

¿Qué es lo que está mal, lo que falla hoy en día?
Creo que "la cosa misma"... lo que falla hoy es
 
que no vivimos en el hoy... no hay hoy vivible...
nos dividimos entre los desvividos y los que sobreviven
un no-hoy cuyo síntoma se asemeja a la esquizofrenia,
la neurosis o la paranoia...
 

(De "NO A DIARIO")
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La luz es la canción de los muertos

Pobreza (Calambur Editorial) —


23/5/14

Voces del Extremo en Primado

Hace un par de días se presentó en la Librería Primado que gestiona el 'altruista' Miguel Morata, la colección VOCES del EXTREMO con lectura de varios poetas: Pedro Verdejo, Javier GM, Eddie(J.Bermúdez), Enrique Falcón, Antonio Martinez Ferrer y David Trashumante.

21/5/14

Horace Mc.Coy (Danzad, danzad, malditos)

¿Acaso no matan a los caballos? 
de Horace McCoy:

Ed. Planeta, Serie Negra.
California, 1932. Movidas por la pobreza en que las ha sumido la Gran Depresión, miles de personas llegan a la meca del cine dispuestas a luchar por una vida mejor, pero la única alternativa que queda para muchas es participar en los grotescos maratones de baile que, a cambio de siete comidas diarias, alojamiento y breves descansos, prometen sustanciosos premios en metálico.

Valencia 21.5.14

NADA JUSTIFICA un ASESINATO

(Sucedió en León)


Aproximación a un debate ÉTICO:

1.- Suceso. Una historia delirante, una conducta demencial: resultado un asesinato.
2.- La víctima al parecer era un mal bicho.
3.- Las agresoras estaban obsesionadas con la víctima.
4.- Nada justifica acabar con la vida de una persona, aunque esta, AL PARECER fuera malvada.
5.- Aun menos alentar a la violencia por parte de cierta ultraderecha mediática e incendiaria, argumentando que los que protestan o hacen escraches favorecen estos sucesos.
6.- Se acusa y se detiene a jóvenes (descerebrados) por apología de la violencia a través de las redes sociales.
7.- Se dejan impunes las barbaridades manifestadas por esos medios de comunicación.

¿HAY EQUIDAD…JUSTICIA?....¿TODO VALE EN NOMBRE DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN?

‘LA HERENCIA INMATERIAL’ Expo. en Barcelona

‘LA HERENCIA INMATERIAL’ REPASA LOS OCHENTA Y NOVENTA. MACBA

El renacimiento del  (y del museo de arte contemporáneo)

Los museos y el arte contemporáneo también necesitaban cumplir con la Transición, treinta años después de haberla iniciado. En el empeño por construir un mercado y unas infraestructuras museísticas que lo legitimaran, estas últimas acumularon obra de aquella era volcánica con la libertad a flor de piel. Tres instituciones emergieron para preservar la evolución del arte de nuestros días: el IVAM, el Museo Reina Sofía y el MACBA. Tres décadas más tarde, la efervescencia lúbrica ha quedado envejecida por discursos al margen de los artistas y del público, y centrados en sí mismos y en sus ideas. Para entendernos, casas de citas donde la endogamia es la protagonista.
Hoy podemos alegrarnos de la derrota del monstruo. El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA), después de palidecer hasta la transparencia en la última década, retoma la energía que le vinculó a lo humano y lo urbano en sus orígenes y apuesta por una fórmula de contar las últimas décadas de las artes con concreción, claridad y pedagogía. Parece una receta obvia, tanto como insólita.
El MACBA retoma la energía que le vinculó a lo humano y lo urbano en sus orígenes y apuesta por una fórmula de contar las últimas décadas de las artes con concreción, claridad y pedagogía
La puesta en escena de esta refundación del proyecto del que hablamos es La herencia inmaterial, un ensayo del arte de los setenta, ochenta y noventa desde los fondos de la colección del museo. De la mano de Valentín Roma y la colaboración de , Víctor Lenore y Antònia M. Perelló, el montaje recupera la idea de la “microhistoria”, para analizar lo inadvertido y olvidar las efemérides.
Por eso la Historia ha sido la primera expulsada de los seis ámbitos temáticos en los que se articula: Lo sagrado y lo popular; La calle, el mapa; El cuerpo y su reverso; Políticas de ficción; Autobiografía y tautología; Lo intangible. “Queremos que la gente vuelva al MACBA”, dice Roma, al que tenemos que citar como “el comisario”, aunque una de las cualidades de la propuesta es restar protagonismo a los que reescriben la Historia, para devolvérsela a quienes la hicieron y quienes la observan.
¿Cómo han logrado que el arte y todo lo que toca el museo no huela a muerto?
Roma habla sobre la importancia de la investigación, de la sofisticación a la hora de enseñar, de la urgencia con la que se debe salir del asfixiante marco de la Historia del Arte y sus reglas de taxidermia. “Lejos del mortuorio”, dice el responsable de la revolución, junto con sus colaboradores.
¿Cómo han logrado que el arte y todo lo que toca el museo no huela a muerto? Haciendo pop: han recuperado la obra de los artistas y se han traído el ambiente (intelectual) en el que crearon. En las salas, la presencia de la literatura –con las ediciones de la época, clavadas a las paredes- y de la música –con auriculares y una sala final que supone un hito en la historia de la museografía de este país- rompe el aislamiento de las prácticas artísticas para normalizarlo, humanizarlo.
El fuelle crítico
“Continuaremos con esta línea de trabajo de exposiciones más pequeñas y muy específicas, combinadas con otras más grandes, pero sin perder el fuelle crítico de las actividad”, explica Roma sobre las intenciones de la programación para los próximos tres años. Por supuesto, de la necesidad han hecho virtud. “Debemos repensar los límites del arte sin olvidar los límites económicos. Ahora vemos las cosas desde una perspectiva diferente a como la veíamos antes”. Se refiere al final de los proyectos faraónicos y el origen de la escala humana y la humildad. Quizá sea el primer paso para que la política se olvide del arte y sus soportes como una herramienta de propaganda.
“Las instituciones no deben perder de vista la dimensión artesanal, deben apostar por la calidad de los acabados, por proyectos muy específicos, por olvidarse de la soberbia del comisario”, añade como si escribiera una carta de principios al paso. “Más trabajo, menos teorización”. Lo importante no es la erudición –aunque no se haya abandonado, no es el filtro, sino el fondo-, “el museo demandaba gestos de apertura al público, campos semánticos que inviten a la pedagogía sin aburrir”.
El recorrido escapa –lo que puede- de la exclusividad barcelonesa y la cuota catalana, para revisar la escena andaluza y la escena madrileña
El recorrido escapa –lo que puede- de la exclusividad barcelonesa y la cuota catalana, para revisar la escena andaluza y la escena madrileña, junto con importantes registros internacionales. Así es como el nuevo relato historiográfico pretende recuperar a los protagonistas de las generaciones invisibles al mercado y, por contagio, al museo. No están ni Barceló, ni Tàpies, ni Pijoan, y la pintura está representada tanto en sus márgenes más arriesgados, como en la actitud pictórica en otras disciplinas (como el cine o la literatura). Roma explica a este periódico que de Barceló no hay piezas representativas en la colección para formar parte del discurso que buscan.
Sí hay una declaración de intenciones, tras otra. Juntar Martillo (1977), de Manolo Quejido, con Pintar es fácil (1989), de Muntadas, es toda una propuesta desmitificadora de lo que es y debe ser la pintura. En ese sentido, sobre los límites plásticos y de representación, la obra de Richard Artschwager, Corner Piece (1992), es el mejor cierre de los posibles… con permiso de Pols (1991), de Ignasi Aballí. No hemos mencionado otra de las notables virtudes de la muestra: un diseño limpio y pulcro, que destaca las piezas por encima de los estilos y las cronologías, que respeta el blanco y la mirada sosegada. Un ejercicio de contención.
‘Mi pathos doy’ (1981-1992), de Carlos Pazos.’Mi pathos doy’ (1981-1992), de Carlos Pazos.Pero para descaro y provocación, la esquina reservada a un conjunto de piezas de Brossa, relacionadas con la producción poética de Nicanor Parra, así como de Rogelio López Cuenca. “Es un anticipo de la muestra que el museo dedicará a Brossa, en 2017”. También Sandro Chia, con Troglodite Erudite (1987), y Antonio Beneyto, con Nina Hagen (1982), cumplen con el tono sardónico de toda la muestra. Aunque para agudeza, La chuleta (1991) de Isidoro Valcárcel Medina, donde a lo largo de casi un metro (y cinco centímetros de ancho) explica lo que debe consistir la radicalidad de la práctica artística, “la idea de arte como praxis vital”. Potencia universal, en artilugio escolar.
Y llegamos a Lo intangible, la sala en la que Víctor Lenore, colaborador de este periódico, ha analizado en cinco epígrafes las sinergias musicales de aquellos años. “No es la banda sonora de esta exposición”, repite una y otra vez Valentín Roma. “Es una investigación más”. Música no es la patata frita de guarnición del solomillo. Las listas de canciones y documentos se reúnen bajo La democratización de la fiesta; Crónicas de barrio; La Movida; La chusma tenía razón; y Aislamiento indie. Al fin la música, adiós a la impoluta caja blanca de arte moribundo.
‘LA HERENCIA INMATERIAL’ REPASA LOS OCHENTA Y NOVENTA'

15/5/14

Al margen. Eddie (J.Bermúdez)


Recomendable su lectura (para abrirse paso a codazos en su poesía...)

(...) saber del número más yo (existencia) / sin tener cabida ni infinitos / pidiendo dar nombres al número / sabiendo de su inexistencia / sabiendo de su irrealidad (...)

....donde el poema conducirá nuestros pasos.  Fmk

 Se trata del Tercer libro de la Trilogía comenzada con "LA POEMA" Ed. Cocó , seguido de A PIE DE PAGINA publicado por la Ed. La Vida Rima.   ver portadas abajo....
De momento en versión digital en MLRS....78 pag.



       198. 

       aunque la escritura no replique de retina 
       y se enrojezca el miedo con su lengua espinosa 
       seguirá siendo otoño en esta charca de heces que llamamos 
       literatura


DESCARGARLO AQUI:
http://www.nodo50.org/mlrs/

9/5/14

Adrienne Rich. Codex de Poetas


Adrienne Cecile Rich (16 de mayo de 1929, Baltimore, Maryland - 27 de marzo de 2012, Santa Mónica, California), poeta, intelectual, crítica y activista lesbiana.

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TRIBUTO A ADRIENNE RICH (in memoriam) por Paula Winkler (1) (De Youkali)

El 27 de marzo de 2012 moría Adrienne Rich, nacida en Baltimore en 1929, a los ochenta y dos años. Poeta irreverente, de aquellas que se podría denominar como “de las grandes ligas”, ensayista vivaz e incansable teórica de la cultura, Adrienne se despidió de las Letras en Santa Cruz de California, donde vivió casi cuarenta años junto a su compañera Michelle Cliff, también escritora y editora. Feminista, su vida y su poética fueron un acontecimiento en el sentido lacaniano del término, es decir en dirección a los tres registros RSI (real, simbólico e imaginario) al haber producido en la poética norteamericana una nueva ruptura del canon y en su paso por este mundo, un llamado a la decencia y la libertad. Su obra no ha sido aún traducida en su totalidad al castellano aunque podemos encontrar algunas buenas traducciones y nos llegan muchos de sus poemas, gracias a pedidos de autorización realizados para traducir y publicar algunos de estos en diferentes revistas de prestigio españolas e hispanoamericanas. El 25 de abril de 2012 el New York Times nos recuerda, con motivo de la recreación en memoria de sus textos, que sus libros no inspiran al lector a pensar nada acerca de su obra sino más bien a interrogarse una y otra vez sobre sí mismo. Y quien logra esto con su letra aporta a la sociedad mucho más que un mero elector pasivo. Si trabajar en el duro oficio de la escritura es roturar caminos para tender puentes, y también buscarlos significantes sustituyentes o superadores necesarios para desandar la legalidad de los cruelmente recorridos, en Norteamérica Adrienne Rich instaló una voz que no va a quedar muda ni prisionera del olvido entre los techos rasados o las cúpulas de los vistosos rascacielos. “Una mujer que piensa duerme con monstruos”, expresaba Rich. Gracias a obras y vidas como las de ella, una mujer de esta época acaso solo duerma ya con algún fantasma, y al dejar fluir a su inconsciente sepa resistir mejor esos patrones colectivos impuestos por el engaño y la propaganda. En una ocasión, Victoria Ocampo, la conocida escritora argentina, denunciando a su modo la cultura patriarcal y la estupidez de los prejuicios en una conferencia radial de media hora, “La mujer y su expresión”, abordó un tópico, que luego trató en más de una ocasión, iniciando su parlamento con una anécdota, que sería retomada años más tarde en un sinnúmero de trabajos contemporáneos sobre historias de mujeres: “No me interrumpas”. Aludía en esa ocasión la ensayista argentina a una conversación telefónica que escuchó casualmente entre un hombre de negocios desde Berlín y su mujer en la que, del lado masculino, el monólogo insistía en fijarle a la esposa un “no me interrumpas” constantemente (2). Las mujeres y escritoras de nuestra generación estamos cruzando puentes y hacemos nuestro camino al andar gracias a luchadoras como Adrienne Rich. Y si nos interrumpen, retomamos pacientemente la voz, pues nos alienta la memoria en habitual murmullo de las personas para quienes el derecho a la literatura es un derecho humano que se supo forjar. Pero al haber declinado el nombre-del-padre, y puesto que el amo patriarcal dejó de ser el dador de la ley, hoy hombres y mujeres nos encontramos ante nuevos desafíos: vgr., convertir la ley positiva en la justicia que nos inspiraran los griegos, expulsar la corrupción en todas sus formas, y estimular la educación para que ningún derecho humano quede en el olvido (o en la memoria caricaturesca de los parques temáticos y de los discursos vacíos tan en boga en las “TIC” - tecnologías de la información y comunicación). Menuda tarea esta, si se observa que el poder continúa sostenido en su posición de relacionamiento con el otro como si este fuera un objeto y condensado en ese Otro que no tiene “otro otro”. “(...) Lo que sucede entre nosotros / ha sucedido durante siglos / lo sabemos por la literatura / todavía sucede / celos sexuales / mano que se lanza / a golpear el lecho / sequedad de boca / después de jadear / hay libros que describen todo esto / y no sirven (...)” (3) Leer a Rich es comprender el vínculo inexorable entre poesía e historia, tender lazos de amor y coraje con todos aquellos lectores, hayan escrito o no, que no eligieron en este mundo el silencio ni la ceguera sino la palabra del sentido, aquella que acciona porque no mata la metáfora. Recuérdese ubicar a Adrienne Rich en su espacio epistemológico y geográfico y en una época en que Norteamérica ni siquiera conocía de las tolerancias que hoy vende disfrazadas de multiculturalismo, una mera sumatoria de guetos urbanos, con puentes que se transitan solo a la hora de las definiciones del transporte para concurrir al lugar de trabajo. “Pienso esto -escribe Rich- en un país / donde las palabras se quitan de las bocas / como el pan se quita de las bocas/” (4). En la Norteamérica contemporánea se superaron las diferencias e inequidades, la discriminación y violencia, todo lo irracional, en fin, que fuera construido por la incomprensión de la sexualidad o del color de la piel, eso que aparece denunciado en la poética de Adrienne Rich. Pero el envés de este presente son las guerras de territorios, la imposición de cultura, la vulnerabilidad de los inmigrantes (legales o no), la carencia de un sistema cuerdo de salud, la ignorancia de algunos estados que contrasta con la movida artística de Nueva York en todos sus más caros sentidos, y continúa la lista... Por eso su vigencia es universal, en el sentido de que su letra nos incumbe a todos. Y es a partir de que Adrienne Rich piensa en un país donde las palabras parecen quitarse de las bocas de sus habitantes y forasteros, que pienso en ella y escribo este apretado homenaje. Lo hago desde un país donde todavía levantan su vuelo el cóndor andino y las gaviotas.

1.- Paula Winkler es doctora en derecho y ciencias sociales y magister en ciencias de la comunicación, ha sido Juez Camarista en el Tribunal Fiscal de la Nación de la República Argentina; novelista y ensayista; actualmente es profesora titular del Instituto de Psicoanálisis aplicado a las Ciencias Sociales de la Universidad Kennedy. Alguna de su producción literaria puede leerse en: www.aldealiteraria.com.ar. Es colaboradora de Youkali.
2.- Ocampo, Victoria. Testimonios. Primera serie. Madrid: Revista de Occidente, 1935. Ver también Viñuela, María Cristina. Delfina Bunge. Victoria Ocampo, hacedoras de un espacio literario 1920-1940.Mendoza: Revista de Literaturas Modernas. Los espacios de la literatura. Nº 34- año 2004- ISSN 0056 - 6134, 2004. ISBN: 1885-477X        Y O U K ALI, 13 página 142
3.- Fragmento de “Arden papeles en vez de niños”, 1968. 
4.- Tiempo americano, fragmento. Pertenece a la antología “Poemas, 1963-2000”-----

Reparto de tareas


Las revoluciones dan vueltas, pactan, hacen declaraciones:
una revista nueva aparece, viejos nombres en su cabecera,
una revista antigua abrillanta su obra
con deconstrucciones de la prosa de Malcolm X
Las mujeres en las filas traseras de la política
todavía lamen hilo para pasarlo por el ojo
de la aguja, truecan huesos por plástico, rajan vainas
para venderlas como collares en los cruceros
hacen inmaculados vestidos de Primera Comunión
con planchas y vacilante agua caliente
todavía ajustan los microscópicos hilos dorados
en los chips de silicio
todavía dan clase, vigilan a los niños
esaparecidos en las callejuelas de fuego cruzado, los barrancos de
repentinas         inundaciones
los repentinos incendios de queroseno
-mujeres cuyo trabajo reconstruye el mundo
todas y cada una de la mañanas
He visto a una mujer sentada
entre la estufa y las estrellas
sus dedos chamuscados de apagar las velas
de la pura teoría Indice y pulgar:         los dos quemados:
he sentido esa cera sagrada levantarme ampollas en la mano


1988. Versión de María Soledad Sánchez Gómez
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TIEMPO NORTEAMERICANO

I
Cuando mis tiempos dieron signos
de volverse
políticamente correctos
no imágenes indómitas
que escapan de los límites
cuando al caminar por la calle vi
que se elegían temas por mí
supe de qué cosas no hablaría
por miedo del uso que les dieran los enemigos
entonces empecé a hacerme preguntas

II
Todo lo que escribamos
será usado contra nosotros
o contra quienes amamos.
Estas son las condiciones,
las tomas o las dejas.
La poesía nunca tuvo ocasión
de estar lejos de la historia.
Un verso mecanografiado hace veinte años
puede ser una pintada que brilla en una pared
para exaltar el arte distanciado
o tortura de quienes
no amábamos pero tampoco
queríamos matar.
Cambiamos pero nuestras palabras permanecen
se hacen responsables
de más de lo que pretendíamos
y esto es privilegio verbal.

III
Intentar sentarse a la máquina de escribir
una cálida tarde de verano
en una mesa junto a una ventana
en el campo, intentar fingir
que tu tiempo no existe
que tú eres simplemente tú
que la imaginación se extravía simplemente
como una gran polilla, sin intención
intentar decirte a ti misma
que no tienes compromiso
con la vida de tu tribu
el aliento de tu planeta.

IV
No importa lo que piensas.
Las palabras serán consideradas responsables
cuanto puedes hacer es elegirlas
o elegir
seguir en silencio. O nunca tuviste elección,
que es por lo que las palabras que perduran
son responsables
y esto es privilegio verbal.

V
Imagina que quieres escribir
sobre una mujer que entreteje
el pelo de otra mujer-
dejando que cuelgue, o con cuentas y conchas
en trenzas de tres cabos o como filas de granos-
mejor sería que supieras el grosor
la largura el modelo
por qué decide trenzarse el pelo
cómo se lo hacen
en qué país sucede
qué más sucede en ese país
Tienes que saber estas cosas

VI
Poeta: hermana: palabras-
nos guste o no-
perduran en un tiempo propio.
No sirve lamentarse Lo escribí
antes de que Kollontai fuese exiliada
Rosa Luxemburg, Malcolm,
Anna Mae Aquash, asesinados,
antes de Treblinka, Birkenau,
Hiroshima, antes de Sharpeville,
Biafra, Bangladesh, Boston,
Atlanta, Soweto, Beirut, Assam
-esos rostros, nombres de lugares
cercenados del calendario
del tiempo norteamericano

VII
Pienso esto en un país
donde las palabras se quitan de las bocas
como el pan se quita de las bocas
donde los poetas no van a la cárcel
por ser poetas, sino por ser
de piel oscura, mujeres, pobres.
Escribo esto en un tiempo
en el cual lo que escribimos
puede usarse contra quienes amamos
en el que no se da nunca el contexto
aunque intentemos explicarlo, una y otra vez.
Por el bien de la poesía al menos
tengo que saber estas cosas.

VIII
A veces, planeando de noche
en un avión sobre la ciudad de Nueva Yorkb
me he sentido como una mensajera
llamada a entrar, destinada a unirse
a este campo de luz y oscuridad.
Una ambiciosa idea, surgida de volar.
Pero bajo esta ambiciosa idea
se halla la reflexión de que a lo que debo unirme
después de que el avión haya rugido en la pista
después de subir mis viejas escaleras, sentarme
ante mi vieja ventana
va a romperme el corazón y reducirme al silencio.

IX
En Norteamérica el tiempo tropieza
sin avanzar, liberando sólo
un cierto dolor norteamericano.
Julia de Burgos escribió:
Que mi padre fuera esclavo
es mi dolor; que hubiera sido amo
habría sido mi vergüenza.
Palabras de una poeta, colgadas de una puerta
en Norteamérica, en el año
mil novecientos ochenta y tres.
La luna casi llena se levanta
hablando eternamente de cambio
por encima del Bronx, el río Harlem
las ciudades sumergidas de Quabbin
los túmulos funerarios saqueados
las ciénagas tóxicas, los campos de pruebas
y empiezo a hablar otra vez.
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Veintiún poemas de amor III

Porque ya no somos jóvenes, las semanas han de bastar
por los años sin conocernos. Sólo esa extraña curva
del tiempo me dice que ya no somos jóvenes.
¿Caminé yo acaso por las calles en la madrugada, a los veinte,
con la piernas temblándome y los brazos en éxtasis más pleno?
¿Acaso me asomé por alguna ventana buscando la ciudad
atenta al futuro, como ahora aquí, esperando tu llamada?
Con el mismo ritmo tú te aproximaste a mí.
Son eternos tus ojos, verde destello
de hierba salvaje refrescada por la vertiente.
Sí. A los veinte creíamos ser eternas.
A los cuarenta y cinco deseo conocer incluso nuestros límites.
Te acaricio ahora, y sé que no nacimos mañana,
y que de algún modo tú y yo nos ayudaremos a vivir,
y en algún lugar nos ayudaremos tú y yo a morir.

1974-76

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Un atlas del mundo difícil, II

He aquí un mapa de nuestro país:
aquí está el Mar de la Indiferencia, barnizado de sal
Este es el río maléfico que fluye de la frente a la ingle
agua que no nos atrevemos a probar               
Este es el desierto en el que se han plantado misiles como bulbos               
Este es el granero de las granjas hipotecadas
Este es el lugar donde nació el chico rockero              
Este es el cementerio de los pobres
que murieron por la democracia        Este es el        campo de batalla
de una guerra del siglo diecinueve        el sepulcro es famoso:
Esta es la ciudad marina de mito e historia cuando las      flotas pesqueras se arruinaron             aquí es donde había trabajo         en el muelle               
congelando pescado en trozos paga       por horas sin dividendos
Estos son otros campos de batalla        Centralia  Detroit
aquí están los bosques primitivos los filones       de cobre de plata
Estos son los suburbios del consentimiento        el silencio se eleva como el
                                                                      humo de las calles
Esta es la capital del dinero y del dolor; sus pináculos
estallan en el aire caliente, sus puentes se desmoronan
sus hijos van a la deriva por ciegos callejones confinados
entre alambres de espinas enrollados
Prometí mostrarte un mapa y dices pero esto es un mural
entonces bien, déjalo estar son         pequeñas diferencias
la cuestión es desde dónde lo miramos


1990-91 Versión de María Soledad Sánchez Gómez

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7/5/14

Sandra Garrido

-SALIR- (En dos breves actos)


Foto: Daisuke Yokota


1 (ACTO)

 

Salir a la superficie.
Des-cavar lo cavado,
emerge(me)
en mí,
la espuma efervescente.
Pero salir
fuera de conmigo.
 
Expandir

o

extendernos;
de dentro a fuera.
Subir.
Subir.

Dejar de ser. Ser corteza.
Sólo piel y tacto.

 

 

2 (ACTO)

 

Rescatemos la hondura,
lo que vibra en el hueco.
La cavidad comienza a
ser llanura,
incluso elevación;
leve colina pronunciada,
las manos,
arados que alisan cicatrices.
Los dedos
pasean a hurtadillas.
Y la lengua
deja caer su agua de arroyo.
Estremece toda una piel
que no cesa de extraviarse.

2/5/14

Laura Giordani. Codex de Poetas



ESTA PALABRA deberá volverse contra sí misma,
malherirse en la aspereza
de las lenguas, hacerse topo,
niño, cobrar tu estatura,
volverse raquítica, lesa,
abrir aún más sus vocales para
para recibir de lleno la indigencia.

Esta palabra deberá aprender a desaparecer,
volverse transparente y
diáfana como vientre
para decir el desplome inaudible de tus bosques,
la alegría maltratada de los patios,
tu primavera que viene
con las rodillas lastimadas.

Decir cómo tiembla la hierba
antes de recibir tu sombra.

Para decirte al menos con la misma
constancia del olvido
para que se escuche alto tu caída:
ese crujido terrible de todos los huesos
que se desploman para vertebrar este poema.

****

El mundo todo es una barcaza
que expulsa polizones por los costados
sangrando por las orillas
-siempre por las orillas-
donde desmayan las olas
a puro ajuste de arena y vientre.

****

Dame esa palabra que haga brotar calostro de las piedras
mientras tanto no decir nada
seguir en penumbra
hasta que alguien me llore dentro y tenga que escribir
para darle consuelo.  

DE 'Materia Oscura'




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Portada de "Noche sin clausura", de Laura Giordani. Fuente: Amargord Ediciones.

Ojeras 


Bajo la piel hay alforjas 
para guardar las noches 
lentas, ojeras ocaso 
donde se ponen 
fulgores y encallan los soles 
hasta hacerse crónica 
nocturna, pliegue 
del desvelo. 

Marsupiales 
cargan sus penas párvulas: 
ese modo 
tan humano de llorar 
por dentro, de penar 
por dentro hasta convertir 
en piedra lunar 
el llanto. 

Dos criaturas de lomo púrpura 
abrevan la luz 
convaleciente 
en nuestros ojos 

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La espalda del espejo 


El espejo carga lo visto en su espalda: 
allí se hunden brillos 
y cuerpos, los ojos 
secuestrados de Narciso. 
Agua pesada en que naufraga 
cada reflejo, orilla última 
donde las tablas del instante 
se parten. 

A cada cara su cruz 
donde se estaquea 
el movimiento, cruz nuestra 
que no vemos, como ese sedimento 
de temblores en el revés 
de los párpados. 

Dar la vuelta al espejo 
será una manera nueva 
de mirarse, evaporándonos 
en su espalda negra, dolorida. 


Entrevista a Laura Giordani (Abril 2014)