19/1/12

IRENE LA SEN


En el jardín del palacio
se mezclan los ilustres.
El caballero,
que a la verdad corteja
y pretende desposar,
cede el derecho de pernada
ante el poderoso rey.
La preñez de la verdad
da lugar
a un par de gemelos mestizos,
serios,
desnudos,
dormidos, dormidos, dormidos.
En el altar se les bautiza,
y todos los invitados comen,
alabando a los bastardos,
creyéndoles hijos verdaderos,
de la verdad y su caballero.
Y todos los invitados están
serios,
desnudos,
dormidos, dormidos, dormidos.

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