14/7/10

DERRIBAR LA CULTURA FORMAL

Una proclama activista del siglo pasado para un debate aun abierto......

INVITAMOS A TODOS LOS TRABAJADORES DE LA CULTURA a dejar sus herramientas y a suspender su creación, distribución, venta, exposición o debate sobre su trabajo a partir del 1 de enero de 1990 hasta el 1 de enero de 1993. Invitamos a todas las galerías, museos, agencias, espacios “alternativos”, publicaciones, teatros, escuelas de arte y demás, suspender todas sus actividades durante el mismo periodo. El arte es definido conceptualmente por una élite que se auto-perpetua y está comercializado por ella como una mercancía de consumo internacional. Aquellos trabajadores de la cultura que luchan contra la sociedad predominante, se encuentran con que su trabajo es, bien marginado, bien cooptado, por el sistema del arte plutocrático. La clase que manda utiliza el arte como una actividad “transcendental” del mismo modo que una vez usó la religión para justificar la arbitrariedad de sus enormes privilegios. El arte crea el espejismo de que a través de actividades que realmente se desperdician, esta civilización está en contacto con los “mas sublimes sentimientos”, que los redime de las acusaciones de explotación y asesinato en masa. Aquellos que aceptan esta lógica, mantienen la plutocracia aunque ellos estén excluidos de tal clase económica. La idea de que “todo es arte” es el cenit de su cortina de humo, significando simplemente, que ciertos miembros de la clase gobernante, se sienten especialmente libres para expresar su dominación sobre las masas. Llamar a alguien “artista” es negar a todo igual el don del sueño, de la imaginación; de este modo, el mito del “genio” se convierte en una justificación ideológica de la desigualdad, la represión y el hambre. Lo que el artista considera su identidad, son un conjunto de actitudes prescritas; ideas preconcebidas que han encerrado a la humanidad a lo largo de la historia. Son las actitudes derivadas de estas identidades, tanto como los productos artísticos derivados de la cosificación, lo que debemos rechazar. A diferencia de la Huelga de Arte de Gustav Metzger de 1977-1980(1) , nuestra intención no es destruir aquellas instituciones que puedan tener un efecto negativo en la producción artística. Por el contrario, pretendemos cuestionar el papel del artista mismo y su relación con la dinámica del poder dentro de la sociedad contemporánea.


Del libro Neoism, plagiarism & praxis de Stewart Home, Edinburgh & San Francisco, AK Press, 1995, Part I, From Plagiarism to Praxis,
http://www.merzmail.net/vagadart.htm

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