28/2/10

Enrique Vila Matas. Intertextualidad y metaliteratura

(Alocución en Monterrey) 30 julio 2008
de su blog

Puede parecer paradójico, pero he buscado siempre mi originalidad de escritor en la asimilación de otras voces. Las ideas o frases adquieren otro sentido al ser glosadas, levemente retocadas, situadas en un contexto insólito.

“Me llamo Erik Satie, como todo mundo”.

Juan Villoro dice que esta frase del compositor francés resume mi noción de personalidad: “Ser Satie es ser irrepetible, esto es, encontrar un modo propio de disolverse hacia el triunfal anonimato, donde lo único es propiedad de todos”.

Las palabras de Villoro me transportan por un instante al mundo de un libro de ensayos de Juan García Ponce, La errancia sin fin, donde este crucial autor mexicano enuncia su concepto de la literatura como discurso polivalente en el cual los autores se funden y se pierden en el espacio anónimo de la literatura. Ya en su propia obra, desde el principio, García Ponce empleó la intertextualidad para crear homenajes a sus autores favoritos y de esa forma fundir su literatura con la de ellos.

De hecho, en los orígenes de todo lo que escribo está el método que podríamos llamar de Laurence Sterne que, cuando hablaba de cerrar la puerta de mi estudio quería decir alejarme de aquellos autores a los que en mi biblioteca suelo plagiar. Hay un famoso fragmento de Sterne donde se lee una tremenda embestida contra los autores poco originales y plagiarios y se habla de un propósito de enmienda por parte del propio Sterne, que dice que no va a copiar más. Lo genial de ese fragmento con propósito de enmienda es que a su vez está plagiado de Anatomía de la Melancolía, de Richard Burton, concretamente del prefacio titulado Democritus Junior to the Reader. Señala Javier Marías en sus notas a la traducción española de Tristram Shandy que lo que él ha llamado, quizá un tanto temerariamente plagios de Sterne son más bien adaptaciones (a menudo enriquecidas) de textos que él admiraba o por los que se sentía influido. Y si se compara la recreación de estos textos con los textos mismos, se comprobará que a Sterne no puede acusársele de plagiario, sino que más bien hay que reconocerle un inusitado talento para parafrasear. Por otra parte, conviene también indicar que Sterne, al menos cuando “tomaba prestado” de sus favoritos (Cervantes, Rabelais, Montaigne y Burton) confiaba justificadamente en que el lector culto reconocería las fuentes: es decir, en ningún momento trataba de ocultar la procedencia de semejantes pasajes, sino más bien al contrario: procuraba dar las pistas.

No nos engañemos: escribimos siempre después de otros. En mi caso, a esa operación de ideas y frases de otros que adquieren otro sentido al ser retocadas levemente, hay que añadir una operación paralela y casi idéntica: la invasión en mis textos de citas literarias totalmente inventadas, que se mezclan con las verdaderas. ¿Y por qué, dios mío, hago eso? Creo que en el fondo, detrás de ese método, hay un intento de modificar ligeramente el estilo, tal vez porque hace ya tiempo que pienso que en novela todo es cuestión de estilo.

Aunque muchos aún no se han enterado, la novela dejó, hace ya más de un siglo, de tener la misión que tuvo en la época de Balzac, Galdós o Flaubert. Su papel documental, e incluso el psicológico, han terminado. “¿Y entonces que le queda a la novela?”, preguntaba Louis Ferdinand Céline. “Pues no le queda gran cosa –decía-, le queda el estilo (...) Ese estilo está hecho a partir de una cierta forma de forzar las frases a salir ligeramente de su significado habitual, de sacarlas de sus goznes, para decirlo de alguna manera, y forzar así al lector a que desplace también su sentido. ¡Pero muy ligeramente! Porque en todo esto, si lo haces demasiado pesado, cometes un error, es el error, ¿no es así? Entonces eso requiere grandes dosis de distancia, de sensibilidad; es muy difícil de hacer, porque hay que dar vueltas alrededor. ¿Alrededor de qué? Alrededor de la emoción”.

Algunas de mis citas inventadas han hecho extraña fortuna y larga carrera y confirman que en la literatura unos escribimos siempre después de otros. Y así se da el caso, por ejemplo, de que se atribuye cada día más a Marguerite Duras una frase que no ha sido nunca de ella: “Escribir es intentar saber qué escribiríamos si escribiéramos”. Lo que realmente dijo es algo distinto y tal vez más embrollado: “Escribir es intentar saber qué escribiríamos si escribiésemos –sólo lo sabemos después- antes”.

Hablaba ella de si escribiésemos antes. El equivoco se originó cuando, al ir a citar la frase por primera vez, me cansó la idea de tener que copiarla idéntica y, además, descubrí que me llevaba obstinadamente a una frase nueva, mía. Así que no pude evitarlo y decidí cambiarla. Lo que no esperaba era que aquel cambio llegara a calar tan hondo, pues últimamente la frase falsa se me aparece hasta en la sopa, la citan por todas partes.

Otro caso parecido al de Duras lo he tenido con Franz Kafka. En cierta ocasión, se me ocurrió citar unas palabras de su Diario: “Alemania ha declarado la guerra a Rusia. Por la tarde, fui a nadar (2 de agosto de 1914)”. La trascripción literal de lo que dijo Kafka habría sido ésta: “Alemania ha declarado la guerra a Rusia. Por la tarde, Escuela de Natación”. Pero la frase que tuvo fortuna fue la primera, que en cierta forma yo comencé a sentir como mía. Y más cuando ante mi asombro comencé a leerla por todas partes, e incluso se la oí decir al actor Gabino Diego –a modo de declaración amorosa a Ariadna Gil- en una comedia cinematográfica de David Trueba; la gente en el cine se reía a mandíbula batiente, lo que me molestó un poco porque a esas alturas yo consideraba ya muy mía la frase y no pensaba que fuera para reír tanto. Y, además, qué diablos: ¡la frase era mía!

Sí, es verdad. Escribimos siempre después de otros. Y a mí no me causa problema recordar frecuentemente esa evidencia. Es más, me gusta hacerlo, porque en mí anida un declarado deseo de no ser nunca únicamente yo mismo, sino también ser descaradamente los otros. Ya en uno de mis primeros libros, Recuerdos inventados, me dediqué a robar o a inventar los recuerdos de los otros para poder tener una personalidad propia.

Al igual que Antonio Tabucchi, dudo, por ejemplo, de la existencia de Borges y pienso que el rechazo de éste a una identidad personal (su afán de no ser Nadie) nunca fue tan sólo una actitud existencial llena de ironía, sino más bien el tema central de su obra. En su relato La forma de la espada, Borges, a través de su personaje John Vincent Moon, sostiene la siguiente convicción:

"Lo que hace un hombre es como si todos los hombres lo hicieran. Es por ello que no es injusto que una desobediencia en un jardín contamine a todo el género humano; como no es injusto que la crucifixión de un solo judío sea suficiente para salvarlo. Posiblemente Schopenhauer tiene razón: yo soy los otros, todo hombre es todos los hombres, Shakespeare es de algún modo el miserable John Vincent Moon".

Yo también soy ahora John Vincent Moon y digo que para Borges el escritor llamado Borges era un personaje que él mismo había creado y que, si nos sumamos a su paradoja, podemos decir que Borges, personaje de alguien llamado como él, no existió jamás, no existió más que en los libros. Eso lo dijo también Tabucchi y yo, por tanto, también soy Tabucchi que un día me dio un papel en el que estaba escrita esta frase de Borges que inmediatamente me apropié: “Yo soy los otros, todo hombre es todos los hombres”.

Así es que, cuando escribo, sin duda soy Tabucchi, Borges y John Vincent Moon y todos los hombres que han sido todos los hombres en este mundo. Aunque, eso sí, para no complicar ya más las cosas, me llamo únicamente Erik Satie. Como todo el mundo, por otra parte. O, si se prefiere, “me llamo Antonio Tabucchi como todo el mundo”.

Bien pensado, creo que mi inclusión de citas (falsas o no) insertadas en medio de mis textos debe mucho a la fascinación que provocaron en mi juventud las películas de Jean Luc Godard con toda esa parafernalia de citas insertadas en medio de sus historias, esas citas que detenían la acción como si fueran aquellos carteles que insertaban los diálogos en las películas de cine mudo... Me formé literariamente viendo el cine de vanguardia de los años 60. Y lo que vi en aquellas películas me pareció tan asombrosamente natural que para mí el cine siempre ha sido aquello que vi en esa época de innovaciones estilísticas sin fin. Yo me formé en la era de Godard. Eso es algo que debería advertirse en la faja de mis libros a todo aquel que comprara uno de ellos.

Así como Godard decía que quería hacer películas de ficción que fueran como documentales y documentales que fueran como películas de ficción, yo he escrito –o pretendido escribir- narraciones autobiograficas que son como ensayos y ensayos que son como narraciones. Y tanto en unas como en otras he insertado mis citas. Decía Susan Sontag en el prólogo del admirable –hoy bastante extraviado- libro Vudú Urbano de Edgardo Cozarinsky, un pionero y gran experto en incluir citas en sus relatos: “Su derroche de citas en forma de epígrafes me hace pensar en aquellos films de Godard que estaban sembrados de citas. En el sentido en que Godard, director cinéfilo, hacía sus films a partir de y sobre su enamoramiento con el cine, Cozarinsky ha hecho un libro a partir de y sobre su enamoramiento con ciertos libros”.

Me formé en la era de Godard. Lo que le había visto hacer a éste y a otros cineastas de los 60 lo asimilé con tanta naturalidad que después, cuando alguien me reprochaba, por ejemplo, la incorporación de citas a mis novelas, me quedaba asustado de la ignorancia del que reprochaba aquello en el fondo tan normal para mí. A fin de cuentas, poner una cita –como bien sabía Sterne y yo sabía ya entonces- es como lanzar una bengala de aviso y requerir cómplices. Me sorprendía encontrar tarugos que veían con malos ojos lo que yo siempre había visto con mi mejor mirada: esas líneas ajenas que uno incluye con uno u otro, o ningun propósito, en el texto propio.

Pienso con Fernando Savater que las personas que no comprenden el encanto de las citas suelen ser las mismas que no entienden lo justo, equitativo y necesario de la originalidad. Porque donde se puede y se debe ser verdaderamente original es al citar. Por eso algunos de los escritores más auténticamente originales del siglo pasado, como Walter Benjamin o Norman O. Brown, se propusieron (y el segundo llevó en Love´s Body su proyecto a cabo) libros que no estuvieran compuestos más que de citas, es decir, que fuesen realmente originales...

Y también creo con Savater que los maniáticos anticitas están abocados a los destinos menos deseables para un escritor: el casticismo y la ocurrencia, es decir, las dos peores variantes deltópico: “Citar es respirar literatura para no ahogarse entre los tópicos castizos y ocurrentes que se le vienen a uno a la pluma cuando nos empeñamos en esa vulgaridad suprema de no deberle nada a nadie. En el fondo, quien no cita no hace más que repetir pero sin saberlo ni elegirlo...”.

Salvando todas las insalvables distancias, ese método que tanto he utilizado yo de ampliación de sentidos a través de las citas tiene puntos en común con aquel procedimientoque inventara mi admirado Raymond Roussel y que explicó en Cómo escribí algunos libros míos:

“Desde muy joven escribía relatos breves sirviéndome de este procedimiento.

Escogía dos palabras casi semejantes (al modo de los metagramas). Por ejemplo, billard(billar) y pillard (saqueador, bandido). A continuación, añadía palabras idénticas, pero tomadas en sentidos diferentes, y obtenía con ello frases casi idénticas...”.

Remito al lector a ese texto de Raymond Roussel, donde su procedimiento se revela como una máquina infinita de producción de literatura y de caleidoscópica creación de sentidos diferentes.

Esa maquinaria de sentidos diferentes supo ya intuirla y sugerirla Roland Barthes cuando en su libro Sade, Fourier, Loyola nos dice que en realidad hoy no existe ningún espacio lingüístico ajeno a la ideología burguesa: nuestro lenguaje proviene de ella, vuelve a ella, en ella queda encerrado. La única reacción posible no es el desafío ni la destrucción sino, solamente, el robo: fragmentar el antiguo texto de la cultura, de la ciencia, de la literatura, y diseminar sus rasgos según fórmulas irreconciliables, del mismo modo en que se maquilla una mercadería robada.

En las palabras de Barthes escucho el eco de unas de Montaigne: “Con tantas cosas que tomar prestadas, me siento feliz si puedo robar algo, modificarlo y disfrazarlo para un nuevo fin”.

Siempre he querido levantar en mi obra una poética de la simulación, a modo tal vez de homenaje de los llamados simuladores de Praga (versteller, en yiddish), aquellos hombres que en los cines de esa ciudad fascinaban tanto a Kafka cuando, en los primeros tiempos del cinematógrafo, actuaban de expertos narradores o recitadores y no sólo añadían caprichosamente texto a la película, sino que venían a ser unos actores más del espectáculo que se veía en la pantalla.

Siempre he querido levantar una poética de la simulación y por otra parte siempre me he sentido fascinado por las tramas no convencionales.

De eso creo que habla mi texto Café Perec.


*Enrique Vila-Matas
.
Texto no publicado en libro.

27/2/10

Enrique Merino y la protesta de Israel

Escultura de Eugenio Merino para ARCO

Reflexión sobre las presiones ideologicas o politicas sobre los artistas. Por un arte sin censura.
Comunicado de la embajada de Israel:
"El conjunto de las obras de Eugenio Merino expuestas en ARCO incluyen elementos ofensivos para judíos, israelíes y, seguramente, para otros. Valores como la libertad de expresión o la libertad artística sirven en ocasiones de simple disfraz de prejuicios, de estereotipos o de la mera provocación por la provocación. Un mensaje ofensivo no deja de ser hiriente por pretender ser una obra artística", señala la nota de la embajada.  (s.c.)

26/2/10

Katherine Mansfield por Laia López Manrique


"Más allá de lo dicho, queda la frágil llama de lo deseado; más allá de la voz queda el sentido"

Buen artículo sobre la escritora Katherine Mansfield de Laia López Manrique en la publicación
www.calidoscopio.net

Katherine Mansfield (Nueva Zelanda, 1888 - Fontainebleau, 1923), dueña de lo que Virginia Woolf calificó como “una inteligencia terriblemente sensible” fue, junto con James Joyce, artífice del nacimiento del cuento moderno en lengua inglesa en los primeros años del siglo XX, en un momento de la historia de la literatura británica en que el género todavía no poseía un valor estético reconocido y no contaba con el respaldo de la crítica. Mansfield, en relación tensa pero constante con los autores del llamado círculo de Bloomsbury, escribió sus cuentos breves en consonancia con las transformaciones operadas en el género del cuento por el escritor ruso Anton Chéjov, en la dirección de la minimización de la peripecia y de la intriga como sostenes del relato, a favor de un punto de vista que ahonda en los estados de ánimo de los personajes y en la exploración de una situación específica, de un retazo de la vida cotidiana. La aprehensión de la realidad en el texto narrativo partir del punto de vista particular de un sujeto, de su localización en el espacio y en el tiempo y de la singularidad intransferible de un estado de conciencia no parece algo novedoso para nosotros, acostumbrados a la lectura de textos que se apoyan en esos ejes, pero debemos recordar que en la época en que Katherine Mansfield escribió, las técnicas de las vanguardias literarias del llamado Modernism, del que ella sería una de las grandes exponentes en el nivel del relato, fueron absolutamente revolucionarias.
ver articulo completo aquí - Ver facebook de Laia

25/2/10

Morsa dice (Informes)


siempre inspirados por Cortazar y sus Cronopios


...todos aquellos que han “hallado” pero, también, aquellos que siguen buscando, entendiendo por búsqueda tal como la definió Cortazar en Rayuela: buscar era un signo, emblema de los que salen de noche sin propósito fijo, razón de los matadores de brújulas”. Los cronopios somos expertos en socavar cualquier cosa sospechosa de statu quo que se nos ponga a tiro, sean brújulas o manuales de urbanidad. Y a veces, como le ocurre a nuestro admirado Vila-Matas, nos da la locura y salimos a la calle con la sana intención de “acabar (de una vez por todas) con los números redondos”. (un párrafo de su último informe)

Morsa dice (informes) presente en la blogosfera desde 2006 e incluso antes con el proyecto Literatuya desde marzo 2003, pasa a convertirse en una revista con 32 cronopios-colaboradores que "andan sueltos por ahí", su web: http://www.morsadice.com/, En su formato blog sumaron 453 informes emitidos desde Barcelona. El último emitido el 17 de febrero y titulado "

Goodbye, adiós, bienvenidos y buena suerte…"puede leerse aquí.

23/2/10

Max Ritcher. On the nature of daylight

Max Richter (1966) es un compositor minimalista aleman, que ahora vive en el Reino Unido. Se le conoce un poco más por su ultima banda sonora para "Vals con Bashir", la peli de animación de Ari Folman sobre los asesinatos de Sabra y Chatila (Líbano) en 1982.
más info de Ritcher aquí

20/2/10

Cadáver exquisito en Poema-niáticos

CADÁVER EXQUISITO POEMA-NIÁTICOS.
18 FEBRERO 2010


Traficantes de sueños, yo no sé si deciros
en las Antillas la nieve de la suerte
acogida en las aceras humeantes
Los días, fingen la verdad
y su ilusión
humeantes, no vaporosas, las noches
extraído en la asfixia
de mi garganta
Ábrete la garganta con el bisturí
manchas de sangre
emitirá sonidos huecos
no sitio
no silencio
como espacio de locura
reunión de impacientes
y abundantes, cuando el sopor de la conciencia me anestesia el dolor
acompañas la existencia hostil de mi alma
alamansa, guerrero bajo tierra,...esponjosa y pariendo vientres por arroba
pantanos en la boca de la botella
volátil de nodos oscuros
que rompe los versos
de buitres callados.
- - - -
(para finalizar la jam poética entre todos (ver) escribimos este cadaver)

Poema-niáticos. Blog de las jam poéticas de El Dorado-MAE



"Una jam session o simplemente session puede traducirse literalmente como sesión de improvisación. PRIMER y TERCER JUEVES de Cada MES a las 22 h. en El DORADO.MAE, c/ Alcira 25. Valencia.


La expresión hace referencia a una reunión más o menos informal de músicos para interpretar juntos sobre melodías conocidas, sin mucha preparación ni arreglos predefinidos. (de wikipedia:http://es.wikipedia.org/wiki/Jam_session)"

ESTA DEFINICIÓN PERO APLICADA A LAS LETRAS, es decir, una reunión más o menos informal de poetas y escritores para leer sus últimas, anteriores, pasadas lecturas, para compartirlas con el público asistente.

UNA OPORTUNIDAD PARA DAR A CONOCER LOS TEXTOS QUE PARIMOS TODOS LAS NOCHES, UNA MANERA DE DECIRLE AL MUNDO "yo también escribo, mira tú por donde, y esto es lo que escribo".
El DORADO, nos presta su rinconcito para que lo llenemos de nuestras voces, las tuyas, las mías, las vuestras, las de todos, nuestros textos, los que más nos hacen vibrar. Una manera de LEER-NOS, de preguntarnos, en un ambiente de café literario a la manera de los antiguos cafés literarios, valga la redundancia...

además, ¿DÓNDE COMPRAR LIBROS DE POESÍA EN ÉPOCA DE CRISIS?, NUEVAS CONVOCATORIAS ABIERTAS, RELACIÓN DE EVENTOS DE POESÍA EN LOS PRÓXIMA SEMANAS, etc...

Poemas, performance, vídeo-arte, acciones poéticas, poemas musicados,...

Mándanos los poemas que leas y los publicaremos en el blog

18/2/10

Self-portrait. Yanire Fernandez

Self-portrait


Aquel bendito chaparrón
que acabó con el verano
alas le puso al corazón
y en mis manos un regalo;
y, sin mediar palabra, tú,
queriendo sentir mi peso,
me entregabas un alud
de humedades y de besos.
(Javier Ruibal)

- - - - - - - -

"En el arte, la interpretación puede llegar a tener un componente fuertemente subjetivo; la vivencia que transmite la obra del autor y la vivencia que se produce en el espectador en relación con la objetividad de la obra, son esencialmente relativas."
Me gusta crear, y que el resto interprete lo que ve.
Yo sé, cómo y con qué sentido lo hice.
Pero me gustaría saber qué es lo que ven, o sienten los demás.
Si alguna imagen despierta algo en tí, que hace que te pares a : pensar en cómo se le habrá ocurrido, hacerla favorita, a comentarla, o simplemente a observarla durante minutos, no te quedes sólo con lo bonita que es (yo eso ya lo sé, si no , no la habría hecho) dime algo que yo no sepa, interpreta lo que ves.
Tu interpretación es lo que desconozco y lo único que realmente me importa.

http://www.flickr.com/photos/yanyel_88/
http://www.artistswanted.org/yanire

15/2/10

Spiral Jetty. Robert Smithson

Spiral Jetty  (1970)

Es la quintaesencia (en esa década de expansión radical del ámbito escultórico). Desde Golden Spike se tardan 45 minutos en acceder al monumento por una carretera impracticable.
La Spiral Jetty está formada por una acumulación de bloques de basalto y lodo que se extienden a lo largo de casi medio kilómetro en las rojas aguas del Gran Lago Salado de Utah, en Ronzelle Point. Poco después de su realización, este ciclón inmóvil permaneció sumergido durante casi 30 años. En 1999, las aguas bajaron y, como un amante despechado, se alejaron de la Spiral, que de esta forma emergió desnuda, como un arrecife de hielo, blanqueada por cristales de sal.

El visitante sólo puede ver la obra moviéndose a lo largo de ella por los arcos cada vez más estrechos conforme se acerca su final. Smithson escogió este lugar porque sus aguas "tenían el color de la sopa de tomate".

14/2/10

Xavier Sabater: Saba Sanyo Casio. Firme en la barricada

Copio textualmente un articulo de Arturo Montfort Craver autor del blog y la web Morsa dice (informes) sobre Sabater, seguro que os interesará. Fmk



“ No es verdad que todo esté hecho. Todo está por hacer y lo haremos nosotros.''

Conocí a Xavier Sabater en los principios de los años setenta, cuando las reminiscencias del mayo del 68 caían como chubascos de estrellas sobre nosotros y (creíamos que) la poesía era un arma cargada de futuro.
Por eso mismo fundamos la revista Muerte de Narciso, donde Sabater publicaba sus poemas infernales… Y también Pere Marcilla, Pau Maragall, Francesc Fanés, Enric Casasses, Genís Cano, Emilio Cortavitarte, Paco Gallardo y bastantes más. Sabater tenía, debo decirlo, el mismo aspecto jovial y risueño que hoy, aunque lucía unas “melenas” de AQUÍ TE QUIERO VER. De toda aquella perrería, que yo sepa, y hasta nueva orden, él es el único que se mantiene activo y convulso, entusiasta, innovador, iconoclasta y firme en la barricada.
Biodraminas era un apelativo cariñoso por el que muchos lo conocían. También llamado El superviviente, a mí siempre me ha gustado referirme a él como Saba Sanyo, en honor a uno de sus poemas más representativos, "Saba Sanyo Casio". Xavier Sabater, ¿saben? tiene muchas cualidades en su haber, aunque yo prefiera ese carácter entrañable que lo hace tan próximo, tan amigo de sus amigos Sabater es un maestro de la acción poética, del gesto poético tanto en su continente como en su contenido. En suma, un agitador de la polipoesía. Sin él, el mundo (el nuestro, ese microcosmos del que provenimos y en torno al cuál no paramos de dar vueltas y más vueltas) sería, ¿cómo decirlo?, más aburrido e inanimado, más normal, más mojigato y reglamentario, más moco que pañuelo, más papanata que patata. En definitiva, más imbécil.

“La polipoesía -dice Xavier Sabater- pretende desarrollar aspectos poéticos que van más allá de los literarios, es así como la poesía se convierte en fonética, sonora, electrónica, gestualizada, de acción, visual, objetual, musical, danzada o teatralizada. La gran variedad de posibilidades hace que los estilos actuales sean diversos y personales. Cada poeta desarrolla su propio estilo. La norma es: ''No es verdad que todo esté hecho. Todo está por hacer y lo haremos nosotros.''
Les seguiría hablando del Biodraminas, delSuperviviente, de Saba Sanyo, de su larga e interesantísima trayectoria (de la que la anécdota que les he contado sobre la revista Muerte de Narciso es sólo eso, una anécdota). De sus múltiples, geniales y famosas actividades y perfomances poéticas de las que ha sido y es fabulador, promotor y protagonista, pero sé que éste trazo ha de ser breve si pretende ser leído, y eso es lo que quiero. Pero no, miento como un bellaco, esta parrafada mía sólo es una excusa para que alguno de vosotros, los más valientes, los menos aburridos, inanimados y mojigatos; aquellos de ustedes que todavía no han sido atrapados por el “moco” de la estulticia imperante y reglamentaria, se atrevan a escuchar alguno de los poemas sonoros de Sabater. Vale la pena.
Yo les recomendaría, claro está Saba Sanyo Casio [SABA-SANYO-CASIO. 1991. 2:45 min. Texto: Xavier Sabater]. Una crítica de la sociedad de consumo rebosante de humor, espléndida en su cacofonía, brillante en su ejecución, rotunda en su construcción semántica, tierna en su aparente inocencia. Y, sobre todo, ¡caramba!, muy divertida. Pero cualquiera de estos poemas sonoros sirve para salvar su piel (la de ustedes) de tanta roña pipicalzaslargas, tanto sargento del curro y del burro, tanta tontería de lo quiero fácil y sin masticar, tanto rumiante y piloto de pruebas que nos rodea, invade y atonta. Por algo utilizo uno de sus fragmentos para darles mi personal bienvenida en mi contestador telefónico, provocando iras y venidas. Pero ¿qué se creían? ¿Qué yo también me rendiría? Ni hablar.

POEMAS SONOROS (MP3 - DOWNLOAD):http://www.cyberpoem.com/poets/sabater/addalivsdavida.zip
Ad Dalivs Da VidaAnibobisArs Poetis Parol:
http://www.cyberpoem.com/poets/sabater/crisis.zip
CrisisCristo y tres tirosNormal Anormal:http://www.cyberpoem.com/poets/sabater/lagentesehunde.zip
Saba Sanyo Casio: http://www.cyberpoem.com/poets/sabater/sabasanyocasio.zip

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6/2/10

Una política para la cultura inerte


He creído oportuno compartir con quien le interese unas reflexiones acerca de las políticas de difusión cultural y del arte, con las que me siento plenamente identificado, es un breve extracto, si alguien quiere más le puedo hacer llegar la ponencia celebrada en BCN hace 3 años.


fragmento del artículo Una política para la cultura inerte publicado en la revista argentina Todavia, nº4, abril 2003.


“Difundir y extender el acceso a los bienes culturales no alcanza para cambiar el escenario actual. Es imprescindible emprender una política cultural similar a la ecológica, que esté presente en todas las dimensiones de la vida humana.(...)

(...) se trata de proceder a la culturalización no sólo de la representación del mundo sino de la vida –y eso incluye la educación, así como el entretenimiento, la política y la economía. La política cultural tiene que ser como la política ecológica, que, dicho sea de paso, es una política cultural: debe abarcar todo, bajo todos los puntos de vista, o de lo contrario no funciona. Cuando ello no ocurre, cuando no tenemos un Greenpeace de la cultura –como dice un amigo español–, es demasiado el peso de lo inerte cultural para nuestras pobres políticas de democratización cultural epidérmica basada en la idea de difusión. La Alemania nazi, al igual que hoy nuestros países, sólo tuvo un gigantesco inerte cultural. Transformar ese inerte cultural en un activo cultural es una tarea tan vasta como la que enfrenta el movimiento ecológico. No por eso es menos posible.

No obstante, una cosa debe quedar clara: la identidad perfecta entre la cultura objetivada y la cultura subjetiva no debe ser alcanzada. No es que no pueda: no debe ser alcanzada. Poder, puede. Los Estados totalitarios laicos o religiosos buscan

y consiguen esa identidad. Eso de ninguna manera me interesa y de eso huyo horrorizado. Para evitarlo, la culturalización de todas las categorías para ver el mundo e insertarse en la vida debe abrirle un gran espacio al arte. La cultura es la regla, el arte es la excepción, le gusta evocar a Godard. En la política cultural hay un juego delicado entre la cultura y el arte. Apostar todo a la cultura es perder el juego mayor, acaso el único que interese. Jugar todas las fichas al arte es estar al lado de la cultura común. El buen sentido sugeriría un acuerdo entre ambas cosas (pero el buen sentido nada crea...). Lo que se sabe concretamente es que todos los regímenes totalitarios, laicos o religiosos, insisten en la cultura y temen el arte. Es una pista.

Para terminar, se pueden resumir estas observaciones en dos o tres líneas: resulta inútil continuar con la difusión de la cultura tal como se practica hoy en día; aumentar la «cantidad» de cultura y el número de personas con acceso a ella, así como la cantidad de tiempo que una persona se halla expuesta a la cultura, no cambiarán mucho el escenario actual. Es mejor que nada y es mejor que muchas otras cosas. Pero no basta. Es algo que sólo aumenta lo inerte cultural. Se trata de una política cultural de superficie, cuando lo que se necesita es una política cultural de corte vertical, en profundidad, que sólo puede alcanzarse si la cultura se vuelve parte integrante de todos los otros procesos y esferas de la actividad humana: la educación (sobre todo la educación que, en ciertos países, está desprovista de cultura, aunque pueda parecer lo contrario), la salud, el planeamiento económico, el derecho, el entretenimiento, la seguridad pública, la industria y el comercio. O la política cultural asume la forma de la cultura ecológica (estar presente en todo) o está condenada a no avanzar. Compartimentar la cultura en un ministerio de cultura es condenarla a un efecto decorativo o, en el mejor de los casos, avanzar a paso de tortuga en un momento en que la sociedad precisa una acción a toda velocidad. Y eso sin olvidar que la piedra de toque de esa política es el arte, es decir, la variación, la exploración y, llevado al límite, la violación, la trasgresión de la cultura”.

Teixeira Coelho

Crítico de arte, director del Museu de Arte Contemporáneo (MAC) de la Univ.de Sao Paulo (USP), Brasil entre 1998 y 2002, coordinador Observatorio de Políticas

Culturales de esa universidad, profesor titular de la Escuela de Comunicación y

Artes (ECA) de la USP. Desde septiembre de 2006 es Coordinador del Museu de Arte

de Sao Paulo (Masp).


2/2/10

Poéticas en fuga II. Valencia.



Promovido por Libreria Primado (Miguel Morata), Café Cultural El Dorado (Isaac Alonso y Alicia Martinez) y por los miembros de la Asociación Poética Caudal (Sección de Valencia) los próximos viernes 5 y 12 de febrero, tendremos la oportunidad en Valencia de escuchar a Olvido García Valdés, Juan Carlos Mestre y Chantal Maillard en senda lecturas de sus obras, así como participar en un encuentro con Ildefonso Rodríguez, Eloísa Otero, Marcos Canteli, Lupe Grande, Antonio Méndez Rubio, Laura Giordani, Arturo Borra, Esther Ramón, Luis Luna, Oscar Solsona, Cecilia Quilez, Quique Falcón, Pedro Montealegre, Rafael Saravia, Lourdes De Abajo y Julieta Valero.

Poesía en diálogo con el público valenciano gracias a la subvención del Ministerio de Cultura y a la comprometida actitud de Alfons Cervera con la cultura y las bases sociales cediéndonos un espacio, un marco incomparable en La Universidad de La Nau, Foro para el cambio.

El día 5 de febrero comenzaremos con una mesa en la se expondrán las nuevas Tendencias en la poesía hispanoamericana actual, con la inestimable presencia de Ildefonso Rodríguez, Marcos Canteli, Esther Ramón, Pedro Montealegre y Quique Falcón que nos presentaran poetas y textos que les son especialmente atractivos y visibilizables, compartiéndolos con el público asistente.

Olvido García Valdés estará acompañada en esta ocasión por los poetas Antonio Méndez Rubio, Lupe Grande, Eloísa Otero, Laura Giordani el mismo día 5 de febrero

Chantal Maillard estará acompañada en esta ocasión en una mesa de lectura y debate junto a Arturo Borra, Óscar Solsona, Julieta Valero. Será el viernes 12 de febrero, a partir de las 19:30 h en U. La Nau.


Juan Carlos Mestre, el día 12 de febrero estará acompañado por Rafael Saravia, Arturo Borra, Cecilia Quílez y Luis Luna.

Este 2º encuentro de POETICAS EN FUGA -otra poesía es posible- quiere participar en las dinamicas culturales de nuestra comunidad los que a nuestro criterio son en su heterodoxia y rizomática emergencia trabajos de creatividad, comunicación y pensamiento más relevantes del denso panorama cultural presente. No hay jerarquías ni excelencias entre los participantes y el hecho de centrar en 3 diálogos con nombre propio + 1 mesa en panorámica de las tendencias inmanentes es por una cuestión práctica frente a los lectores, siendo que en sucesivos encuentros vayamos exponiendo otras poéticas como las de Jenaro Taléns, Carlos Piera, Ildefonso Rodríguez, Eduardo Milán, Tomás Segovia, etc.,

Así pues poesía para todas y todos, en proximidad y diálogo, con recitales en La Nau por parte de J. Carlos Mestre, Chantal Maillard y Olvido García Valdés y también con las lecturas, ya a partir de las 23 h. en Café El Dorado, de Ildefonso Rodríguez, Guadalupe Grande y Eloísa Otero la noche del viernes 5 de febrero y de Julieta Valero, Luis Luna y Lourdes de Abajo la noche del viernes 12 de febrero.


Con la inestimable colaboración del Ministerio de Cultura

Viktor Gómez. Codex de Poetas


Viktor Gómez, (Madrid, 1967) reside en Valencia desde 1970. Empleado de banca accede a la poesía desde la pasión paterna por los libros que en la casa familiar ocupaban un lugar importante y frecuentado. Animador cultural tanto en Café Cultural El Dorado (Isaac Alonso y Alicia Martínez) como en la Librería Primado (Miguel Morata). En el 2005 entra a formar parte del taller de poesía “Polimnia 222” de la U.P.V. Editor de los Cuadernos Caudales de Poesía I y co-editor de los Cuadernos Caudales de Poesía II junto a Miguel Fernández y Javier Gil (Fundación Inquietudes). Pertenece al Casal de La Pau, colabora en AI y desde http://viktorgomez.net/ desarrolla una actividad divulgativa de pensamiento crítico y poesía. Colabora en otros blogs y webs.
Obra: Tiene una trilogía poética en marcha, Huérfanos aún (2010, Baile del Sol) a la que sigue un libro en continuo proceso de reescritura, Los Barrios invisibles (Biblioteca del MLRS, 2009) y está trabajando en el inconcluso "Perfeccione lo inútil a lo inútil".
Le han publicado en Lunas Rojas, The children’s Book of American Birds, La Hamaca de Lona, Adios, MLRS, en el libro PAZLESTINA, etc.,
Desde 2008 está colaborando junto a Arturo Borra y Laura Giordani en una colección de entrevistas en profundidad a poetas como Antonio Méndez Rubio y Eduardo Milán que han ido apareciendo en la Revista http://www.7de7.net (Marcos Canteli) así como en Los pliegos “Manuales de instrucciones” donde aparecerán además las de Quique Falcón, Juan Carlos Mestre, inclusión del poema “Como colgar un poema en el blog” para un Libro de Texto de Lengua castellana y comunicación, Proyecto Bicentenario correspondiente a 8º año de enseñanza básica, que publicó en Chile, en el curso 2008/2009, la Editorial Santillana a través de su filial chilena “Santillana del Pacífico”.
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la poesía se ríe de la demasiada

cantidad de juego acumulado
con palabras, no con ella
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Eduardo MilanEvacuación del sentido
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estábamos en la cercanía
carcasas llenas de luz
súbitas
subieron
por encima de los tejados
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dijiste es la hora de mirar adentro
y con la flor en la mano
rodeaste mi sombra y ya no perdí
peso.
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y ya no perdí peso, prensar al desconcierto
la ígnea ropa del querer,
tendida la ropa de diario,
espolsada la suciedad y el miedo,
tú,
acorde que acordes mueve
susurrabas
el cantar de las ninguneadas ninfas de Judea
mientras los amontonados huesos
se iban hundiendo en el barro
-
tú eres así,
me traes de aquí a ellos, me enfrentas al olvido
y sanas la pus
con un bálsamo de ira y calma
-
el cielo está en su fiesta de fuegos y luces
son de paz
aunque me reste en la piel erizada
una memoria doliente de bombardeos
-
tráeme tu dolor, erizo, deja las púas quebradas
en mi mano
te doy mi boca escupiendo púas sin filo
y qué ardua y qué amable
vendas cada palabra mancillada
-
es
un escaparate
donde los villanos son duques de la utopía,
siervos de los ciegos y las gacelas
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no tuve hijos, todos sois la no extranjera vida nuestra
se apaga
el cielo ya queda entre humo y oscura madrugada
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ríen abajo los minero y arriba ríen los cristaleros y las buhardillas
emanan humo y risas
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.
¿quebradas sílabas, que balbucir casi ni puedo...?
esta confusión se ahoga con un beso
tu-yo
-
es posible otra poesía, a ver si sabes como la encontramos...
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Víktor Gómez
(Perfeccione lo inútil a lo inútil, enero 2010)


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